V Centenario de la Reforma

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En el año 2017 se cumplirán 500 años de un hecho que cambió la historia de la humanidad: el 31 de octubre de 1517 Martín Lutero colgaba en Wittemberg sus 95 tesis de denuncia contra la corrupción religiosa y moral de su tiempo; eso fue el inicio de un profundo movimiento de liberación cuyas consecuencias siguen vivas en nuestros días.

Ante el comienzo de la celebración de este Centenario el próximo 31 de octubre de 2016 la Comunidad Apostólica Fronteras Abiertas se une a esta acción de gracias al Señor mostrando la cercanía y unidad de espíritu, deseando que sea un año de gracia que nos acerque más a Dios nuestro Padre.

Fruto de esto creemos que la unidad en el sentido de la comunión plena no significa uniformidad, sino unidad en la diversidad y diversidad en la unidad. Dentro de la única Iglesia, comunidad de bautizados, hay lugar para una diversidad legítima de mentalidades, de tradiciones, de ritos, de reglas canónicas, de teologías y de espiritualidades. Podemos decir también que la esencia de la unidad, concebida como comunión, es la catolicidad en su significado originario, que no es confesional sino cualitativo; indica la realización de todos los dones que pueden aportar las Iglesias particulares y confesionales.

En definitiva, la unidad es una aventura del Espíritu. Por eso, concluimos tomando prestadas las palabras del apóstol: «La esperanza no quedará defraudada, pues el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por la virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado» (Rm 5, 5)

2 respuestas a “V Centenario de la Reforma

  1. Comunidad Anawin Zaragoza 31 octubre, 2016 / 22:36

    Hoy, con motivo de este encuentro que abre los actos conmemorativos de este V Centenario de la Reforma he celebrado la Eucaristía por la unidad de los cristianos.
    El espíritu del encuentro de hoy en Lund ha de extenderse a todos los cristianos hasta que podamos rezar sinceramente: Un solo Señor, una sola Fe, un solo bautismo.

    Señor, mira complacido a tu pueblo y derrama sobre él los dones de tu Espíritu, para que crezca en el amor a la verdad y busque, en la doctrina y en la practica, la perfecta unidad de los cristianos.

    Un abrazo
    Fco. Javier, presbítero

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